El diluvio y el arca de Noé

Cuando los gigantes habitaban la tierra, los hombres eran malvados y llenaban el mundo de violencia. Tal era su impiedad que Yahveh, arrepentido de haber creado al hombre, decidió exterminar gran parte de la vida en la tierra enviando un terrible diluvio. 

Yahveh ordenó a Noé, hijo de Lamec, construir un arca de tres plantas y más de ciento treinta metros de longitud e introducir en ella a su familia, a las mujeres de sus hijos y una pareja de cada especie de animal sobre la tierra.

Habiendo finalizado Noé la construcción al alcanzar los seiscientos años de edad, Yahveh abrió las compuertas del cielo y liberó las aguas de la parte superior del universo. Asimismo, las fuentes del abismo que se extiende bajo la tierra estallaron y liberaron su caudal sobre la tierra. La lluvia cayó sobre la tierra durante cuarenta días y todo ser vivo pereció. La tierra permaneció inundada durante ciento cincuenta días. 

Cuando Dios hizo soplar un viento sobre la tierra y fueron decreciendo las aguas, Noé liberó un cuervo y una paloma. La paloma regresó a Noé con una hoja verde de olivo en el pico, señal de que las aguas habían comenzado a retroceder. Cuando Noé y su familia llegaron a tierra firme, Dios estableció una alianza con ellos y todos sus descendientes.  

Mientras la tierra durara, ni el hombre ni los animales volverían a ser exterminados por la ira de Dios. Para que el hombre no olvidara su alianza eterna, Dios estableció el arcoíris en las nubes. Tras el diluvio, Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, engendraron a los fundadores de las distintas naciones que se alzaron en la tierra.


Fuentes:
Génesis 6-10.

Para leer la versión de la historia de Noé y el diluvio según el evangelio apócrifo de Enoc, haz click aquí.

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miércoles, 8 de enero de 2014

El diluvio y el arca de Noé

Cuando los gigantes habitaban la tierra, los hombres eran malvados y llenaban el mundo de violencia. Tal era su impiedad que Yahveh, arrepentido de haber creado al hombre, decidió exterminar gran parte de la vida en la tierra enviando un terrible diluvio. 

Yahveh ordenó a Noé, hijo de Lamec, construir un arca de tres plantas y más de ciento treinta metros de longitud e introducir en ella a su familia, a las mujeres de sus hijos y una pareja de cada especie de animal sobre la tierra.

Habiendo finalizado Noé la construcción al alcanzar los seiscientos años de edad, Yahveh abrió las compuertas del cielo y liberó las aguas de la parte superior del universo. Asimismo, las fuentes del abismo que se extiende bajo la tierra estallaron y liberaron su caudal sobre la tierra. La lluvia cayó sobre la tierra durante cuarenta días y todo ser vivo pereció. La tierra permaneció inundada durante ciento cincuenta días. 

Cuando Dios hizo soplar un viento sobre la tierra y fueron decreciendo las aguas, Noé liberó un cuervo y una paloma. La paloma regresó a Noé con una hoja verde de olivo en el pico, señal de que las aguas habían comenzado a retroceder. Cuando Noé y su familia llegaron a tierra firme, Dios estableció una alianza con ellos y todos sus descendientes.  

Mientras la tierra durara, ni el hombre ni los animales volverían a ser exterminados por la ira de Dios. Para que el hombre no olvidara su alianza eterna, Dios estableció el arcoíris en las nubes. Tras el diluvio, Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, engendraron a los fundadores de las distintas naciones que se alzaron en la tierra.


Fuentes:
Génesis 6-10.

Para leer la versión de la historia de Noé y el diluvio según el evangelio apócrifo de Enoc, haz click aquí.

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